Los autores creen que si se selecciona adecuadamente al paciente VIH + o con SIDA (con los demás órganos preservados y sin una carga viral activa apreciable), el trasplante cardiaco puede hacerse con éxito. Además debe existir una cierta inmunocompetencia en el momento del trasplante y la ausencia de infecciones activas oportunistas.
Curiosamente, el paciente trasplantado descrito, a pesar de estar inmunodeprimido por su enfermedad y de recibir el tratamiento inmunosupresor clásico postrasplante, presentó un episodio de rechazo vigoroso del aloinjerto.
Los autores concluyen que este caso y otras evidencias similares tanto con trasplantes de corazón como de otros órganos deben llevarnos a investigar mas los resultados del trasplante en los pacientes VIH + y con SIDA, a los que ya no está justificado excluir de la posibilidad de un trasplante, siempre que su enfermedad esté óptimamente controlada.
Calabrese LH, Albrecht M, Young J, et al. Successful cardiac transplantation in an HIV-1-infected patient with advanced disease. N Engl J Med 2003;348:2323-8. [PubMed]