La fibrilación auricular (FA) es la arritmia sostenida mas común en los pacientes con insuficiencia cardiaca (ICC) y se asocia con un agravamiento del pronóstico. El estudio Val-HeFT evaluó la eficacia de la adición de valsartan a la terapia médica óptima en pacientes con ICC y demostró que el valsartan reduce el end point combinado de morbimortalidad pero no la mortalidad total.

Alrededor del 12% de los 5010 pacientes del estudio Val-HeFT tenían FA basalmente. Estos pacientes eran mas mayoritariamente mas jóvenes, varones, tenían una clase NYHA mas avanzada, un VI mas dilatado y una etiología no isquémica de la ICC y fueron tratados mas frecuentemente con IECAs pero no con betabloqueantes.

La FA de nueva aparición ocurrió en un 6.59% de pacientes durante los 2 años de seguimiento, con una tasa significativamente menor en el grupo tratado con valsartan que en el grupo placebo. En el análisis multivariado, cinco variables se asociaron de forma independiente con el desarrollo de FA: BNP por encima del valor medio, edad superior a los 70 años, diabetes, tratamiento con placebo y frecuencia cardiaca por encima de 72 lpm.

Tras los ajustes correspondientes, el diagnóstico de FA de nueva aparición se asoció con un aumento del riesgo de mortalidad total del 36% (P=0.008). Los predictores mas potentes de mortalidad total fueron el BNP por encima de la media, un VI dilatado y una clase funcional NYHA avanzada. La adición de Valsartan se asoció a una reducción del riesgo absoluto de desarrollo de FA de 2.59% y del riesgo relativo de 33%.

El tratamiento de 1000 pacientes con valsartan puede prevenir 26 episodios de FA de nueva aparición en 2 años, lo que supone un número necesario para tratar de 39 para evitar una FA.

Este efecto beneficioso del valsartan debe confirmarse en un estudio aleatorizado controlado diseñado específicamente para evaluar esta cuestión.

Fuente: Congreso ESC 2003, Viena, 1 Septiembre de 2003.