La epidemia de muerte súbita se debe principalmente a un evento disrítmico causado por isquemia miocárdica. Este es el mecanismo predominante de la parada cardiaca en los paises industrializados. El énfasis en la desfibrilación precoz y, por tanto, en el acceso público a la desfibrilación es una respuesta lógica a esta epidemia. Sin embargo, no se deben minimizar otros mecanismos de parada cardiaca. En el intento por simplificar las intervenciones de los reanimadores circunstanciales que presencian la parada cardiaca, hemos tenido que desenfatizar la importancia del diagnóstico. En las víctimas mas jóvenes de parada cardiaca, en los ahogamientos, en pacientes de todas las edades con obstrucción de las vías aéreas y en los pacientes con ictus o con sobredosis de drogas, la causa primaria de la parada cardiaca es la asfixia. En estas circunstancias, los "segundos de oro" deben preservarse para restaurar el intercambio gaseoso. La realidad es que en estos casos se desperdician minutos preciosos tras la aplicación del desfibrilador automático externo en análisis de ritmo y descargas repetitivas.