La duración del QRS no es un estratificador de riesgo válido en los candidatos a DAI
Las guías AHA-NASPE-HRS recomiendan implantar un DAI profiláctico en los pacientes MADIT II (posinfarto, con FE igual o inferior a 0.30). El recientemente presentado SCD-HeFT, que demostró la prolongación de la supervivencia con el DAI en pacientes con ICC clase 2-3 NYHA y FE igual o inferior a 0.35 viene a ratificar adicionalmente lo postulado en estas guías. Sin embargo, los Centers for Medicare & Medicaid Services añadieron una restricción a los criterios de las guías al reembolsar solo el DAI en pacientes MADIT II con QRS superior a 120ms.
En un estudio retrospectivo de 140 pacientes con SCA que cumplían los criterios MADIT II para implantación de un DAI, la aplicación de la restricción impuesta por el Medicare de QRS superior a 120ms permitiría ahorrar anualmente casi 1 millón de dólares. Pero las tasas de mortalidad y rehospitalización a los 6 meses no fueron significativamente diferentes en los pacientes con QRS ancho y en los pacientes con QRS estrecho. Cabe esperar que aproximadamente la mitad de las muertes arrítmicas se produzcan en pacientes con QRS estrecho, no cubiertos por el Medicare para implantación de DAI. Los autores concluyen que la anchura del QRS no es un método muy efectivo de identificar quien puede beneficiarse de un DAI en el marco de la prevención primaria de la muerte súbita cardiaca.