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Síndrome de la muerte arrítmica súbita (SADS)

En un estudio epidemiológico nacional, la incidencia anual de muerte cardiaca súbita inesperada en Inglaterra entre personas sanas de edades comprendidas entre los 16 y los 64 años fue de 11 por 100.000. De estas muertes, el 4.1% fueron inexplicadas, sin hallazgos anormales anatomopatológicos cardiacos y con pruebas toxicológicas negativas. Se sugirió una nueva categoría de muerte súbita inexplicada y se propuso el nombre de síndrome de la muerte arrítmica súbita (SADS). Entre sus causas potenciales se incluyen enfermedades genéticas como el síndrome del QT largo, que produce disfunción electrofisiológica cardiaca sin enfermedad estructural.

En el estudio de Behr y cols se evaluó a los familiares de primer grado de 32 pacientes de 4 a 64 años de edad, sin cardiopatía conocida, que sufrieron una muerte súbita cardiaca, cuya autopsia confirmó la normalidad anatomopatológica del corazón y cuyos análisis toxicológicos fueron normales.

El 22% (siete) de las 32 familias investigadas tenían una cardiopatía familiar: cuatro tenían un síndrome de QT largo; una tenía una enfermedad electrofisiológica cardiaca no estructural; una tenía una distrofia miotónica con trastorno de conducción; y una tenía una miocardiopatía hipertrófica.

La mayoría de personas que fallecen como consecuencia del SADS son varones jóvenes y su muerte se produce cuando están inactivos o durante el sueño. El ECG en reposo, la ergometría y el ecocardiograma fueron las pruebas diagnósticas más útiles en los familiares. En la mayoría de las familias de pacientes muertos por SADS no se llegó a ningún diagnóstico.

Algunas de estas muertes podrían explicarse por enfermedades genéticas con penetrancia variable. Está hipótesis viene avalada por una prevalencia del síncope del 8% en los familiares evaluados, sobre todo en familias sin diagnóstico (tasa similar a la de familiares fenotípicamente normales con síndrome de QT largo). Probablemente se infradetectó el síndrome de Brugada debido a que el protocolo no incluyó la prueba diagnóstica con antiarrítmicos clase I. Un análisis mas avanzado de las anomalías de la repolarización durante la monitorización con Holter y la ergometría hubiera permitido hacer mas diagnósticos de síndrome de QT largo e identificar casos de taquicardia ventricular polimórfica catecolaminérgica.

En la actualidad, el análisis genético identifica mutaciones causantes de enfermedad en el 68% de pacientes con síndrome de QT largo y en el 10-20% de los pacientes con síndrome de Brugada. El SADS puede representar un espectro diferente y hasta ahora no identificado de enfermedad electrofisiológica genética.

La investigación de los familiares de primer grado de los pacientes muertos por SADS encuentra dificultades en cómités locales de ética, médicos de familia y en las propias familias de los fallecidos. Debe hacerse en Centros con experiencia en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades hereditarias que causan muerte súbita prematura. Lo que está claro es que el diagnóstico anatomopatológico cierto de SADS tiene importantes implicaciones clínicas potenciales.

Behr E et al. Cardiological assessment of first-degree relatives in sudden arrhythmic death syndrome. Lancet 2003;362:1457-59.
[PubMed]

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corazón, diabetes, angina, arritmias y cardiología

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