En un amplio estudio observacional publicado recientemente en la revista New England Journal of Medicine, se valoró el efecto de la intensidad de la anticoagulación sobre la frecuencia y severidad del ictus isquémico y la mortalidad a los 30 días posictus. Para ello, se examinó a una cohorte de 13.550 pacientes con fibrilación auricular no reumática. Durante el periodo del estudio, 596 pacientes sufrieron un ictus isquémico. De estos, 188 (32%) estaban tomando warfarina cuando sufrieron el ictus, 160 (27%) estaban tomando aspirina y 248 (42%) no tomaban ni aspirina ni warfarina.