Los autores de este estudio observacional de 2130 pacientes que habían sufrido un infarto agudo recientemente fueron enrolados entre 1996 y 2000 y seguidos durante 3 años. La tasa de muerte súbita cardiaca fue de tan solo 2.4%. Un 70% de ellos fueron revascularizados , el 74% tomaban IECAs, el 94% betabloqueantes, el 69% estatinas y el 94% aspirina o warfarina. Entre los 1126 pacientes (53% del total) que no recibieron terapia óptima, la tasa de muerte súbita se triplicó (diferencia estadísticamente significativa). El principal beneficio de la terapia en lo que respecta a la prevención de la muerte súbita cardiaca lo aportaba la revascularización.
Parametro
RR (IC 95%)
p
Terapia no optimizada
2.6 (1.4-5.9)
<0.01
No revasculariización
2.1 (1.2-3.7)
<0.01
No estatinas
1.6 (0.9-2.7)
NS
No IECAs o ARA-II
1.1 (0.6-1.9)
NS