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Reducción del consumo de sodio en la dieta y riesgo cardiovascular

Aunque la Sociedad Americana de Cardiología recomienda reducir la ingesta de sodio a menos de 1500 mg/24 horas y la Organización Mundial de la Salud recomienda una cifra menor de 2000 mg/ 24 horas, no existen actualmente datos suficientes para apoyar una reducción del consumo de sodio menor de 1.500 mg/24 h, de acuerdo con una revisión del Instituto de Medicina (IOM) sobre la ingesta de sodio y sus efectos sobre parámetros de salud distintos de la presión arterial.

Datos recientes de las cohortes del FLEMENGHO y el EPOGH han mostrado resultados cardiovasculares adversos con la ingesta de niveles muy bajos de sodio, aunque el IOM concluyó que la calidad de estos datos era insuficiente. Todos los estudios que han comunicado una paradójica asociación inversa o curva en J entre la ingesta de sodio y el desarrollo de enfermedades cardiovasculares se han basado en análisis secundarios de estudios no diseñados específicamente para evaluar esta relación. Otro inconveniente en estos estudios ha sido la medición subóptima de los niveles de sodio.

En las fases I y II de los estudios TOPH (Trials of Hypertension Prevention) se recogieron múltiples muestras de orina de 24 horas durante 18 meses y 3-4 años, respectivamente. En aquellas personas que no estaban siendo sometidas a una intervención activa sobre los niveles de sodio, se promediaron estas determinaciones para representar el consumo habitual  a largo plazo de sodio. El artículo de Cook y su grupo de investigación aporta datos interesantes sobre la relación entre la ingesta de sodio y el riesgo cardiovascular, centrándose específicamente en el consumo de niveles bajos de sodio. El trabajo se basa en los datos de seguimiento de los estudios TOPH I y II, e incluye a 4526 sujetos sanos (en fase prehipertensiva).

La mediana de excreción de sodio fue 3630 mg/24 horas; un 1,4% de los participantes presentaron una excreción <1500 mg/24 horas y un 10% <2300 mg/24 horas. Los hombres presentaron niveles más altos de sodio (mediana 3934 mg/24 horas) que las mujeres (3078 mg/24 horas).

Durante el seguimiento se documentaron 193 eventos cardiovasculares o muertes por causa cardiovascular. En diferentes modelos estadísticos se detectó una tendencia no significativa a un incremento del riesgo cardiovascular a medida que aumentaban los niveles de sodio. En comparación con aquellos participantes con una excreción de sodio entre 3600-4800 mg/24 horas, el riesgo, tras un ajuste multivariable,  fue un 32% menor para las personas con sodio <2.300 mg/24 horas (hazard ratio 0,68, IC 95%, 0,34-1,37; p = 0,13). Se detectó un aumento del riesgo lineal del 17% por cada incremento de 1.000 mg/24 horas en los niveles de sodio (p = 0,054).

Las curvas spline confirmaron una asociación lineal entre el sodio y el riesgo cardiovascular. Particularmente, la curva continuó descendiendo desde 3600 a 2300 y 1500 mg/24 horas. En esta curva no lineal, comparado con aquellos participantes con un consumo de 3600 mg/ 24 horas, el hazard ratio estimado para los que presentaron un consumo de 2300 y 1500 mg/24 horas fue 0,78 y 0,69, respectivamente.

Para determinar el impacto de diferentes niveles de creatinina en la asociación entre sodio y riesgo cardiovascular, se llevó a cabo un análisis de sensibilidad, excluyendo a aquellas personas con un coeficiente de variación creatinina/peso >20%, observando que la asociación entre el sodio y la enfermedad cardiovascular fue discretamente más fuerte, aunque no estadísticamente significativa.

Este estudio de seguimiento del TOHP utiliza, por tanto, un promedio de múltiples muestras de orina de 24 horas como una medida más precisa para conocer la exposición de sodio que otras medidas aplicadas previamente en estudios que evaluaban la asociación entre sodio y riesgo cardiovascular. Se detectó una disminución continua en los eventos cardiovasculares en aquellos participantes con niveles de sodio de hasta 1500 mg/24 horas. La reducción del riesgo del 32% en aquellas personas con una excreción menor de 2300 mg/ 24 horas, aunque sustancial, no fue estadísticamente significativa debido al pequeño tamaño de muestra del subgrupo.

Por tanto, estos resultados son consistentes con las actuales guías terapéuticas, que recomiendan una reducción de la ingesta de sodio a 1500-2300 mg/24 horas en la mayoría de la población. La aplicación en la práctica clínica de estos objetivos es un reto, pero incluso una pequeña reducción en el promedio de ingesta de sodio en la dieta puede producir mejoras en salud cardiovascular.

Referencía:

Lower Levels of Sodium Intake and Reduced Cardiovascular Risk. Cook NR, Appel LJ, Whelton PK. Circulation. 2014 Jan 10. [Pub Med] [Texto Completo]

 

Autores:
Dra. Elizabet Méndez Eirín Servicio de Cardiología. Hospital Universitario A Coruña

Dra. Elizabet Méndez Eirín. Reducción del consumo de sodio en la dieta y riesgo cardiovascular

Dra. Elizabet Méndez Eirín. Reducción del consumo de sodio en la dieta y riesgo cardiovascular
cardioprimaria.com. [ > ]; 22-11-2024
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el 22 Noviembre 2024

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