El balón de contrapulsación (BCIAO) es un dispositivo de asistencia empleado con gran frecuencia en el shock cardiogénico, en especial en el infarto agudo de miocardio (IAM), en base a su mecanismo de acción y a los resultados de pequeños estudios no aleatorizados.

Recientemente, se han comunicado los resultados del ensayo clínico IABP SHOCK II en la revista The New England Journal of Medicine (1), que analizó su papel en el IAM complicado por shock cardiogénico. Este ensayo clínico aleatorizó a 600 pacientes con IAM en situación de shock a recibir un BCIAO o no. Todos ellos fueron revascularizados de forma precoz y recibieron tratamiento médico y soporte vital óptimos, de acuerdo con los estándares de tratamiento actuales.

De forma sorprendente, no hubo diferencias significativas entre ambas estrategias terapéuticas para el evento principal, la mortalidad a 30 días (39.7% en el grupo del BCIAO y 41.3% en el grupo control, p=0.69). Tampoco hubo diferencias en cuanto a otros objetivos secundarios (estancia hospitalaria, dosis y duración de catecolaminas, función renal, etc) ni en cuanto a objetivos de seguridad (sangrado, complicaciones isquémicas, ictus, sepsis).

Un aspecto importante a tener en cuenta para analizar este ensayo es el momento de su implantación. En la inmensa mayoría de los pacientes (86%), el BCIAO se implantó tras el procedimiento de revascularización, lo cual pudo haber penalizado a dicho dispositivo. En el mismo sentido se debe interpretar el hecho de que un 10% de los pacientes randomizados al grupo control recibieron finalmente un BCIAO. Además, el uso de otros dispositivos de asistencia ventricular estuvo permitido en el grupo control, si bien fue poco frecuente y en pacientes con elevada mortalidad.

Los resultados de este estudio son cuando menos sorprendentes y suponen un duro varapalo para la utilización del BCIAO en el IAM complicado por shock. De hecho, en las nuevas guías de práctica clínica de la Sociedad Europea de Cardiología de manejo de pacientes con IAM con elevación del ST su nivel de recomendación ha sido devaluado, pasando de una indicación IC a IIB. En mi opinión, de estos resultados “neutros” sobre del uso del BCIAO en el shock cardiogénico post-IAM se desprende la necesidad de que mejoremos la selección de pacientes que se puedan beneficiar de dicho dispositivo. 

REFERENCIA

1. Thiele H, Zeymer U, Neumann FJ, Ferenc M, Olbrich HG, Hausleiter J, Richardt G, Hennersdorf M, Empen K, Fuernau G, Desch S, Eitel I, Hambrecht R, Fuhrmann J,  Böhm M, Ebelt H, Schneider S, Schuler G, Werdan K; the IABP-SHOCK II Trial Investigators. Intraaortic Balloon Support for Myocardial Infarction with Cardiogenic Shock. N Engl J Med. 2012 Aug 26. [Epub ahead of print] PubMed PMID: 22920912. [Pub Med] [Texto completo] 

AUTOR: Dr. Xacobe Flores Ríos. Servicio de Cardiología. CHU Vigo

Estudio IABP Shock II: El balón de contrapulsación no disminuye la mortalidad en el IAMP complicado por shock cardiogénico. Xacobe Flores

• < Previo
• Siguiente >