Lipid Treatment Assessment Project 2: Mejoramos el control lipídico pero los pacientes de más alto riesgo siguen siendo los peor controlados
- Categoría padre: Contenidos Generales
El tratamiento de la hipercolesterolemia, especialmente desde el empleo de las diferentes estatinas, ha demostrado una indiscutible reducción del riesgo cardiovascular, tanto en prevención primaria, como en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida. Estas evidencias han sido recogidas en diversas guías clínicas, las cuales cada vez recomiendan un tratamiento más agresivo con el fin de conseguir niveles inferiores de LDL. Sin embargo, la consecución de estos objetivos no ha sido del todo satisfactoria por múltiples motivos, unos dependientes del paciente y otros del médico.
El Lipid Treatment Assessment Project 2, un amplio registro recientemente publicado en la revista Circulation, pretende analizar el grado de adherencia de los médicos a las recomendaciones de las guías de práctica clínica en lo que respecta al manejo de la hipercolesterolemia. En el registro, realizado entre septiembre de 2006 y abril de 2007, se incluyeron 9.955 pacientes válidos de 9 países (EEUU, Canada, Francia, Holanda, España, Brasil, México, Korea y Taiwan) diagnosticados de hipercolesterolemia y con tratamiento hipolipemiante estable. El objetivo del registro era obtener información acerca de la tasa de consecución de los objetivos marcados por las guías (The National Cholesterol Education Program -ATP III-, 2003 Joint European Societies o 2003 Canadian Working Group Guidelines, según el área geográfica).
Entre la población incluida (edad media 62 ± 12 años, 54% varones), un 30% tenían enfermedad coronaria demostrada y un 31% eran diabéticos. Las estatinas eran el tratamiento hipolipemiante empleado en el 75% de los pacientes. La consecución del objetivo terapéutico varió entre el 47 y el 84% según los diversos países. Las cifras medias de LDL en los grupos de bajo, moderado y alto riesgo fueron, respectivamente, 119, 109 y 91 mg/dL y las de HDL fueron 62, 49 y 50 mg/dL, respectivamente. El mayor grado de control se consiguió en la población de bajo riesgo (86%) frente a un menor grado de control en los pacientes de moderado (74%) y alto riesgo (67%), con una media del 73% en el total de la población registrada. No obstante, en aquellos pacientes coronarios con dos o más factores de riesgo, únicamente el 30% alcanzó el objetivo deseable de LDL<70 mg/dl (ATP III). Cuando se compararon estos datos con los del mismo registro llevado a cabo hace una década, la conclusión de los autores es que, si bien existe margen para la mejoría, en la actualidad el grado de cumplimiento es claramente mejor con un mayor porcentaje de consecución de los objetivos establecidos por las guías. No obstante, en el grupo de alto y, especialmente, en el de muy alto riesgo todavía existe un gap muy importante para la mejora.
Llamativamente, España resulta ser el país con un peor grado de control de sus pacientes, con tasas globales de control del 47,4%, la más baja de todos los países analizados (Korea 83,5%, EEUU 75,7%, Holanda 74,1%, México 73%, Canada 67,3%, Taiwan 65,9%, Brasil 62,1% y Francia 53,7%). Estos datos obligan a prestar especial atención al tratamiento de nuestros pacientes, especialmente al grupo de alto riesgo cuyos objetivos de LDL son inferiores y que se benefician de un tratamiento más agresivo con estatinas o con asociaciones de fármacos hipolipemiantes.
Lipid Treatment Assessment Project 2. A Multinational Survey to Evaluate the Proportion of Patients Achieving Low-Density Lipoprotein Cholesterol Goals. Circulation 2009; 120:28-34. [Pub Med][Texto completo]
Autor