Muerte súbita en atletas: Magnitud del problema en los Estados Unidos de América.
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El mayor registro nacional sobre muerte súbita en deportistas publicado hasta la fecha, realizado desde 1980 en USA , sugiere que este evento, siendo infrecuente (6/1000000 personas-año), es algo mayor de lo que se pensaba previamente.
La muerte súbita (MS) en atletas jóvenes es un evento devastador, con gran impacto emocional sobre la comunidad médica y la población general, que atrae la atención de los medios de comunicación. Sin embargo, sigue siendo controvertida la verdadera magnitud de este problema de salud pública. Las estimaciones realizadas previamente sugieren que es un evento muy infrecuente, lo cual pone en entredicho el papel de los programas de screening cardiovascular pre-competición.
El Registro Nacional de Muerte Súbita en Atletas en USA se inició en 1980 con el fin de recoger los datos sobre las muertes de atletas jóvenes (<40 años) participantes en deportes con competiciones regladas, tanto a nivel amateur como profesional; también recoge los casos de parada cardíaca recuperada en estos atletas. Los datos (clínicos, demográficos, autópsicos) se extraen de la combinación de múltiples bases de datos existentes en USA. Para calcular la incidencia de MS, el número de MS anual se dividió por la estimación del número de participantes en deportes de competición en USA durante el mismo período.
Se identificaron un total de 1866 atletas que murieron súbitamente (o sobrevivieron a una parada cardíaca) entre 1980 y 2006, en relación con 38 deportes diferentes, siendo los más frecuentes el baloncesto (33%) y el fútbol americano (25%). El 89% eran varones, con edad media 18±5 años. Las identificaciones fueron menos frecuentes en el período 1980-1993 (576 [31%]) que en el período 1994-2006 (1290 [69%], p<0.001) y aumentaron a un ritmo de un 6% anual, si bien es probable que este aumento se deba en gran parte a una mejor detección de los casos en años recientes. Las MS se debieron predominantemente a enfermedad cardiovascular segura o probable (1049 [56%]), pero las causas también incluyeron traumatismos cerrados (416 [22%]), commotio cordis (65 [3%]) y golpe de calor (46 [2%]); en los 359 casos en que no se pudo establecer la causa precisa, se consideró que dicha causa había sido cardiovascular.
Entre las 1049 MS cardiovasculares, la media de eventos fue de 66 MS por año (rango: 50-76) durante los últimos 6 años: 29% ocurrieron en personas de raza negra, 54% en estudiantes de bachillerato, el 82% durante la realización de ejercicio o inmediatamente después, y sólo el 11% ocurrieron en mujeres (aunque este porcentaje aumentó con el tiempo, p=0.023). Las causas cardiovasculares de MS más frecuentes fueron la miocardiopatía hipertrófica (36%) y las anomalías congénitas de las arterias coronarias (17%). Otras causas fueron menos frecuentes: miocarditis (6%), displasia arritmogénica (4%) o canalopatías (4%). Llama la atención el bajo porcentaje debido a displasia arritmogénica, dado que en series realizadas en Italia es la causa más frecuente de MS en atletas. La proporción de MS atribuíbles a miocardiopatía hipertrófica y anomalías coronarias fue mayor entre no-blancos (20% vs 10% y 10% vs 5%, respectivamente; p<0.01), mientras que la proporción achacable a canalopatías fue mayor en blancos (2% vs 0.3%, p=0.004).
Los autores concluyen que en este registro nacional, el número absoluto de MS de origen cardiovascular en atletas jóvenes estadounidenses fue algo mayor que las estimaciones previas, pero relativamente bajo, con una tasa de <100 MS/año. A pesar de las técnicas de identificación de casos utilizadas, es probable que esta estimación infraestime ligeramente el número real de casos. Estos datos pueden ser relevantes en el actual debate sobre la necesidad o no de programas de screening preparticipación y también sugieren la importancia de desarrollar un registro nacional al que poder comunicar sistemáticamente los casos de MS en atletas.
Actualmente, la Sociedad Europea de Cardiología y el Comité Olímpico Internacional recomiendan encarecidamente la puesta en marcha de programas de screening sistemático que incluya la realización de electrocardiograma. La American Heart Association es más conservadora, dado que pone en duda el papel práctico de un programa a nivel nacional dada la baja incidencia de este problema y el hecho de que casi un tercio de las causas de MS cardiovascular no son detectables en un electrocardiograma.
Maron BJ, Doerer JJ, Haas TS, Tierney DM, Mueller FO. Sudden Deaths in Young Competitive Athletes: Analysis of 1866 Deaths in the United States, 1980-2006. Circulation 2009;119:1085-1092.[Pub Med][Texto completo]
Autor: NM.