Los suplementos de vitamina E y C no reducen el riesgo cardiovascular
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Estudios básicos han sugerido que los suplementos de vitamina E y C así como otros antioxidantes reducen el riesgo cardiovascular mediante la eliminación de radicales libres y/o la desactivación de moléculas de oxigeno excitadas. Los antioxidantes podrían reducir o prevenir la formación de la placa arteriosclerótica al inhibir la oxidación de las lipoproteínas unidas al colesterol de baja densidad (LDL), modificando la actividad plaquetaria, reduciendo el potencial trombótico y modificando la reactividad vascular.
Algunos estudios prospectivos de cohortes apoyaron el papel de los suplementos vitamínicos pero en los ensayos clínicos iniciales los resultados no fueron concluyentes. Por todo ello, fue diseñado el PHS II con el fin de proporcionar información clínicamente relevante sobre el efecto de los suplementos diarios de vitamina E (400 IU) y vitamina C (400 mg) en la reducción de eventos cardiovasculares mayores tras un seguimiento medio de 8 años entre 14.641 médicos varones de más de 50 años.
El estudio, randomizado, doble ciego, controlado con placebo y con un diseño factorial, se inició en 1997 y continuó hasta Agosto de 2007. Únicamente, un 5% de los médicos incluidos tenían enfermedad cardiovascular en el momento de la randomización. Se estableció un endpoint combinado de eventos cardiovasculares (infarto no fatal, ictus no fatal y muerte cardiovascular). Tras un seguimiento medio de 8 años la vitamina E no redujo la incidencia total de eventos cardiovasculares mayores (HR, 1.01; p=0.86), de infarto de miocardio (HR, 0.90; p=0.22), de ictus (HR, 1.07; p=0.45), ni de mortalidad cardiovascular (HR, 1.07; p=0.43). Tampoco se observó efecto significativo de la vitamina C en la incidencia total de eventos cardiovasculares (HR, 0.99; p=0.91), de infarto de miocardio (HR, 1.04; p=0.65), de ictus (HR, 0.89; p=0.21), ni de mortalidad cardiovascular (HR, 1.02; p=0.86). Ni la vitamina E (HR, 1.07; p=0.15) ni la vitamina C (HR, 1.07; p=0.16) redujeron la mortalidad global, no obstante, en los pacientes tratados con vitamina E se observó un incremento en el riesgo de ictus hemorrágico (HR, 1.74; p=0.04).
En el análisis por subgrupos (edad, tabaco, actividad física, índice de masa corporal, uso de aspirina, hipertensión, dislipemia, diabetes mellitus, historia familiar de cardiopatía isquémica, cardiopatía previa y consumo de alcohol) no pudo identificarse ningún beneficio específico a favor de los suplementos vitamínicos.
Parece definitivo que con estos datos debe desaconsejarse el empleo de este tipo de suplementos vitamínicos para prevenir eventos cardiovasculares.
The Physicians' Health Study II. JAMA 2008; 300 (18): 2123-2133 [Sumario][Texto completo]
Autor: JAR