Disminuye la incidencia y la mortalidad de la rotura cardiaca en el infarto agudo de miocardio con elevación del ST
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En una amplia serie monocéntrica de 425 pacientes con rotura cardiaca (de pared libre y de septo) en el marco del infarto agudo con elevación del ST se constata una clara reducción de su incidencia (6.2% en el periodo 1977-1982 versus 3.2% en el periodo 2001-2006) asi como de su mortalidad (94% versus 75%). Estas reducciones se asocian al uso creciente de estrategias de reperfusión y de terapias médicas coadyuvantes (betabloqueantes e inhibidores ECA).
La rotura cardiaca constituye la segunda causa mas frecuente de muerte intrahospitalaria en pacientes con infarto agudo con elevación del ST. Se produce sobre todo en pacientes mayores de 55-60 años, con un primer infarto y sin insuficiencia cardiaca. Los efectos protectores de la rotura atribuidos a los betabloqueantes han sido cuestionados en algunos estudios. Los beneficios potenciales de los IECAs han recibido poca atención. La terapia de reperfusión parece reducir la incidencia de rotura cardiaca y su mortalidad, aunque los beneficios de la trombolisis no son uniformemente aceptados.
Los autores, del Hospital Vall d´Hebron de Barcelona, analizan su serie de 6678 pacientes con infarto agudo entre Enero de 1977 y Diciembre de 2006 y encuentran 425 casos de rotura cardiaca (de pared libre o de septo iv), lo que supone una incidencia del 6.4%. De los 425 casos de rotura cardiaca, 280 son de rotura de pared libre, de los cuales 227 se presentaron como disociación electromecánica y 53 como hipotensión. En todos los casos, en el ecocardiograma se registraba un derrame pericárdico importante (mas de 10 mm) con signos de taponamiento. De los 280 casos de rotura de pared libre, el diagnóstico se confirmó en 142 pacientes (en 97 pacientes en la autopsia y en 45 pacientes en la cirugía). En 90 pacientes el diagnóstico se basó en el desarrollo de diasociación electromecánica en ausencia de insuficiencia cardiaca precedente (en los 73 casos en que se hizo eco se demostró derrame importante con taponamiento). En los 48 pacientes restantes el diagnóstico se sospechó por la aparición de hipotensión con derrame pericárdico importante y signos de taponamiento. Para el diagnóstico es importante hacer eco al ingreso o en las primeras 12 horas en todos los pacientes con infarto agudo y repetir el eco en caso de hipotensión y durante las maniobras de reanimación cardiopulmonar.
La incidencia de rotura cardiaca (de pared libre y de septo iv) se ha reducido desde un 6.2% en el periodo 1977-1982 a un 3.2% en el periodo 2001-2006 (P<0.001), lo que se ha asociado a un aumento del uso de la terapia de reperfusión (0% a 75.1%; P<0.001). Además se ha producido una disminución de la mortalidad asociada a la rotura cardiaca (94% a 75%; P<0.001), pese a la edad creciente de los pacientes, pero con un uso cada vez mayor de la revascularización, los betabloqueantes y los IECAs.
A destacar el manejo de los pacientes en que no se considera indicada la cirugía por comorbilidad: pericardiocentesis, inotrópicos, betabloqueante, suspensión de heparina y clopidogrel, mantenimiento de aspirina, control estricto de la TA y reposo absoluto al menos 5 días. La disociación electromecánica se trata con fluidoterapia con coloides, vasopresores, pericardiocentesis y cirugía inmediata. Los autores han ido incrementando progresivamente el uso de la pericardiocentesis en estos pacientes.
Figueras J et al. Changes in Hospital Mortality Rates in 425 Patients With Acute ST-Elevation Myocardial Infarction and Cardiac Rupture Over a 30-Year Period. Circulation 2008 online. DOI: 10.1161/CIRCULATIONAHA.108.776690 http://circ.ahajournals.org [Pub Med][Texto completo]
Autor: JO