Los resultados de los estudios sobre el efecto del café y la cafeína en el riesgo cardiovascular han arrojado resultados dispares. Se sabe que las diferentes personas metabolizan la cafeína a velocidades distintas y se conoce cúal es el gen responsable de ello. Por tanto, Los investigadores pensaron que este gen debería de ser el responsable de la inconsistencia de los datos que tenemos hasta ahora sobre el riesgo cardiovascular que comporta el consumo de café. Parece lógico pensar que el consumo excesivo de café debe ser perjudicial en los individuos que metabolizan lentamente la cafeína. Y eso fue lo que demostraron en su estudio.
La cafeína es metabolizada casi por completo por el citocromo hepático P450 1A2 (CYP 1A2). Las variaciones en el gen del CYP 1A2 pueden alterar la actividad del enzima, lo que resulta en una amplia variabilidad en la velocidad del metabolismo de la cafeína. Los portadores del alelo CYP 1A2 1F son metabolizadores lentos.
Se obtuvieron datos genéticos de 2014 pacientes que habían sufrido un infarto no fatal y de 2014 individuos control. Se preguntó a todos los pacientes por la ingesta de café al día (número de tazas). Se observó que en los individuos metabolizadores lentos de la cafeína, la ingesta excesiva de café se asociaba a un riesgo aumentado de infarto no fatal (OR 1.64 si consumían mas de 4 tazas al día; OR 1.36 si consumían 2 o 3 tazas al día). Las mujeres parecían tener un riesgo ligeramente superior a los hombres.
Los investigadores sugieren que la incapacidad para metabolizar rápidamente la cafeína aumenta el riesgo de infarto porque la cafeína se une a los receptores de la adenosina y amortigua o impide la vasodilatación correspondiente. Una taza de café al día, incluso en los metabolizadores lentos, no tiene consecuencias adversas.

Cornelis MC, El-Sohemy A, Kabagambe EK. Coffee, CYP1A2 genotype, and risk of myocardial infarction. JAMA 2006; 295:1135-1141.
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