Tratamiento actual de la coartación aórtica
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Todos los pacientes con coartación o recoartación grave (severa), definida como la que causa hipertensión y tiene un gradiente en retirada mayor de 20 mmHg en la angiografía o un gradiente pico en el eco mayor de 20 mmHg en ausencia de colaterales extensas o menor de 20 mmHg en su presencia, precisa de su corrección percutánea o quirúrgica para eliminar el gradiente y el riesgo de complicaciones a largo plazo. La dilatación con balón con implantación de un stent en pacientes con coartación nativa o recoartación puede hacerse con resultados a corto y medio plazo buenos, tanto en adolescentes como en adultos y debe ser probablemente el procedimiento de elección si la anatomía es la apropiada y se tiene suficiente experiencia. Si la anatomía no es la adecuada (estenosis larga tuneliforme) se prefiere la cirugía. La mortalidad quirúrgica se situa por debajo del 2%. Sin embargo, la mortalidad operatoria en caso de reoperación suele ser mas alta (5-15%).
A pesar de que se proceda a una corrección adecuada de la coartación, el riesgo de hipertensión sistémica tardía (debido a coartación residual o recurrente o simplemente a una distensibilidad anormal de la pared aórtica) es bastante alto. Si no se controla adecuadamente, la hipertensión conduce a un aumento del riesgo de muerte prematura por insuficiencia cardiaca, cardiopatía isquémica y rotura o disección aórtica. Por ello, se recomienda el seguimiento estricto de estos pacientes y el tratamiento agresivo de la hipertensión. Las complicaciones locales como la recoartación y la formación de un aneurisma en el sitio de la corrección percutánea o quirúrgica previa deben identificarse mediante radiografías, ecocardiogramas, resonancias o TAC helicoidales periódicos.
Therrien J. Clinical update on adults with congenital heart disease. Lancet 2003;362:1305-13.
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