Estudio E-SIRIUS: magníficos resultados del stent de sirolimus en lesiones coronarias complejas (largas, en vasos pequeños)
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El estudio E-SIRIUS asignó al azar a 352 pacientes con lesiones coronarias nativas en vasos de 2.5 a 3 mm y con longitudes de 15 a 32 mm a tratamiento con stent de sirolimus o con stent convencional. El end point primario fue el diámetro luminal mínimo intra-stent a los 8 meses evaluado mediante coronariografía cuantitativa. Los end ponts secundarios fueron las tasas de reestenosis binaria (definida como una estenosis del diámetro luminal superior al 50%), la tasa de reestenosis intra-stent angiográfica y el diámetro luminal mínimo intralesión. También se evaluaron los eventos cardiacos adversos mayores y la tasa de revascularización de la lesión diana a los 9 meses.
Debido a la carencia de stents lo suficientemente largos, el 48% de los pacientes recibieron stents múltiples. Se predilataron el 74% de las lesiones y se eligió el stent directo en el 26% de los casos.
Resultados a los 8 meses (coronariografía cuantitativa) |
|||
End point |
Stent de sirolimus |
Stent convencional |
p |
Diámetro vaso referencia (mm) |
2.61 |
2.48 |
0.0006 |
DLM intra-stent (mm) |
2.22 |
1.33 |
<0.0001 |
DLM intra-lesión (mm) |
1.97 |
1.29 |
<0.0001 |
Pérdida luminal tardía intra-stent (mm) |
0.20 |
1.05 |
<0.0001 |
Pérdida luminal tardía intra-lesión (mm) |
0.19 |
0.80 |
<0.0001 |
Reestenosis binaria intralesión (%) |
5.9 |
42.3 |
<0.0001 |
Reestenosis intra-stent (%) |
3.9 |
41.7 |
<0.0001 |
Reestenosis borde proximal stent (%) |
2.1 |
8.8 |
0.018 |
Reestenosis borde distal del stent (%) |
1.3 |
10.3 |
0.001 |
La tasa de reestenosis del 5.9% supera a la del 8.9% observada en el estudio SIRIUS. Se cree que el uso de stents mas largos puede explicar en parte esta menor tasa de reestenosis. En el estudio SIRIUS, las reestenosis se observaron en los márgenes o bordes del stent de sirolimus, probablemente porque se usaron stents demasiado cortos. En el estudio TAXUS IV se ha visto como los stents largos reducen la tasa de reestenosis en los bordes. Lo importante es que el stent cubra no solo la lesión sino también los segmentos adyacentes lesionados por la predilatación, el despliegue del stent y la posdilatación.
El stent de sirolimus redujo de forma significativa los eventos cardiacos adversos mayores a los 9 meses, efecto que se debía fundamentalmente a una reducción relativa del 65% de la tasa de revascularización repetida de la lesión diana.
Eventos cardiacos adversos mayores a los 9 meses |
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Evento |
Stent de sirolimus, N (%) |
Stent convencional, N (%) |
p |
Muerte |
2 (1.1) |
1 (0.6) |
0.62 |
Infarto |
8 (4.6) |
4 (2.3) |
0.26 |
Bypass |
0 |
3 (1.7) |
0.25 |
Revasc |
7 (4.0) |
37 (20.9) |
<0.0001 |
Total |
14 (8.0) |
40 (22.6) |
0.0002 |
A pesar de estos magníficos resultados, Sigwart insiste, en un comentario editorial, en que todavía se sabe poco sobre el diseño y los materiales del stent de sirolimus y, por tanto, hay que usarlo con cautela. La matriz polimérica que se requiere para que los fármacos se liberen de forma eficiente es una bomba temporal potencial ya que persiste en los struts del stent indefinidamente. La sustancia activa, que también persiste durante mucho tiempo in situ, puede causar daños como una necrosis aséptica y la formación de un aneurisma. Además, hasta la fecha, se ha investigado poco la geometría del stent.
Schofer J, Schuter M, Gershlick AH et al. Sirolimus-eluting stents for treatment of patients with long atherosclerotic lesions in small coronary arteries: double-blind, randomized controlled trial (E-SIRIUS). Lancet 2003; 3621093-1099.
Sigwart U. Drug-delivery coronary artery stents: bare metal threatened by extinction? Lancet 2003; 3621088-1089.