A pesar de la mayor seguridad de los inhibidores selectivos de la COX-2 en términos de hemorragia gastrointestinal con respecto al ibuprofeno y naproxeno, recientemente se ha multiplicado la preocupación por los posibles efectos cardiovasculares adversos de estos nuevos fármacos. El rofecoxib, a dosis altas, incrementa en un 24% el riesgo de infarto comparado con el celecoxib.

El uso de AINEs se ha asociado a un aumento del riesgo de insuficiencia cardiaca, hipertensión, edemas y deterioro de la función renal.

Los investigadores usaron una base de datos para identificar a los pacientes que iniciaron tratamientos con rofecoxib, celecoxib y AINEs y los compararon con pacientes que no tomaban ninguna de estas medicaciones. Se observó que los pacientes tratados con rofecoxib y AINEs tenían un riesgo aumentado de ingreso hospitalario por insuficiencia cardiaca comparado con los pacientes no tratados con estas medicaciones. El celecoxib, por el contrario, no aumentaba el riesgo de ingreso por ICC. El análisis de subgrupos demostró que la tasa de ingreso por insuficiencia cardiaca era 15 a 30 veces superior en los pacientes que tenían un antecedente de ingreso por insuficiencia cardiaca en los 3 años previos que en los que no lo tenían.

Los autores recomiendan vigilar la TA , los factores de riesgo de insuficiencia cardiaca y la función renal en los pacientes que son tratados con AINEs o rofecoxib. También son partidarios de la realización de un estudio aleatorizado doble ciego con estos fármacos, para ver si se ratifican los hallazgos de este estudio observacional.

Mamdani M, Juurlink DN, Lee DS, et al. Cyclo-oxygenase-2 inhibitors versus non-selective non-steroidal anti-inflammatory drugs and congestive heart failure outcomes in elderly patients: a population-based cohort study. Lancet 2004; 363:1751-1756