Tradicionalmente, a los pacientes con enfermedad de tronco se les ha remitido a cirugía debido a que el ostium de la coronaria izquierda es muy fibrótico. En los estudios iniciales con angioplastia con balón era frecuente la muerte del paciente por cierre abrupto del vaso. Los resultados mejoraron con la introducción de los stents, pero la tasa de reestenosis intra-stent en los primeros meses hizo que la cirugía siguiera siendo el tratamiento de elección en este tipo de lesiones. En los estudios recientes realizados con el stent de sirolimus, la lesión de tronco ha sido habitualmente uno de los criterios de exclusión.

Arampatzis y cols evaluaron la eficacia y seguridad del stent de sirolimus en 31 pacientes con lesión de tronco integrados en el registro RESEARCH. En 5 pacientes, la ICP sobre el tronco se hizo en la fase aguda del infarto; 19 pacientes rechazaron la cirugía y prefirieron ser tratados con ICP y en los 9 enfermos restantes la ICP se hizo al provocarse una disección de tronco cuando se realizaba una coronariografía diagnóstica o una ICP sobre otro vaso.
Cuatro pacientes murieron en el hospital (de ellos, 3 enfermos tenían infarto agudo con shock cardiogénico), dos enfermos sufrieron un infarto y otro paciente tuvo que ser revascularizado quirúrgicamente. En los 27 pacientes que fueron dados de alta, tras 5.1 meses de seguimiento, no se registraron muertes ni reinfartos ni se precisaron nuevas revascularizaciones percutáneas aunque si una quirúrgica.
Cabe destacar, sobre todo, la ausencia de eventos tras el alta. Además, es un estudio que refleja el mundo real del intervencionismo. Como el tamaño máximo de stent de sirolimus de que se dispone es de 3.0mm y el tronco suele medir 3.5mm, se recurrió para compensar esta diferencia a dilataciones con alta presión del stent, una práctica que está poco investigada que podría afectar las propiedades de liberación del sirolimus, comprometer la función del polímero y aumentar el riesgo de trombosis subaguda del stent. Pese a ello, los resultados a los 5 meses fueron muy buenos.

Arampatzis CA, Lemos PA, Tanabe K et al. Effectiveness of sirolimus-eluting stent for treatment of left main coronary artery disease. Am J Cardiol 2003; 92:327-329.