Intervención coronaria percutánea en la lesión de tronco no protegida
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La presencia de una estenosis del tronco sigue siendo una contraindicación relativa para la intervención coronaria percutánea (ICP) en la mayoría de los pacientes. Las guidelines ACC/AHA de ICP califican como condición clase III (evidencia o consenso generalizado de que el procedimiento no es útil/efectivo y en algunos casos puede ser perjudicial) con nivel de evidencia B (datos derivados de un único estudio aleatorizado o de estudios no aleatorizados) a la lesión de tronco, especialmente en candidatos a cirugía de revascularización. Sin embargo, a pesar de estas recomendaciones, existen evidencias de que la ICP sobre una lesión de tronco no protegida puede ser efectiva y adecuada en ciertos subgrupos de pacientes.
Tan y cols. presentan los resultados a largo plazo de 279 pacientes del registro multicéntrico ULTIMA que fueron sometidos a ICP sobre una lesión de tronco no protegida entre 1993 y 1998 en 25 centros experimentados. El 46% de los pacientes fueron considerados no quirúrgicos o de alto riesgo quirúrgico y el resto fueron sometidos a la ICP por deseo del paciente. Se puso un stent en el 65% de los pacientes. Casi el 30% de los pacientes fue sometido a terapia ateroablativa (eterectomía) y el 46% de los pacientes estaban con balón de contrapulsación.
Treinta y ocho de los 279 pacientes mueriron en el hospital. La mortalidad al año era del 24%, Al año, se tuvo que repetir la revascularización percutánea en un 24% de enfermos y precisaron cirugía el 9,4%.
En el subgrupo de bajo riesgo (pacientes <65 años, con FE>30% y ausencia de infarto agudo o shock cardiogénico) no se registraron muertes intrahospitalarias; la mortalidad al año fue del 3.4% y la tasa del infarto del 2.3%, necesitando al año una nueva ICP el 20.4% y un bypass aortocoronario el 11.4%.
Tan y cols. concluyen que la selección de los pacientes es fundamental y que los pacientes de bajo riesgo tienen buenos resultados tanto con la ICP como con la cirugía. La ICP sobre una lesión de tronco protegida puede considerarse en los pacientes inoperables y en los pacientes de bajo riesgo aunque sean candidatos quirúrgicos. Debido a que los eventos adversos ocurren pronto, recomiendan vigilancia angiográfica a los 2 y a los 4 meses.
Tan WA et al. Long-term clinical outcomes after unprotected left main trunk percutaneous revascularization in 279 patients. Circulation 2001; 104:1609-1614.
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