Al menos 1 de cada 1.000 pacientes con epilepsia crónica mueren súbitamente cada año. Rugg-Gunn implantó a 20 epilépticos un registrador de eventos durante 18 meses. Consiguieron registrar los ECG durante 377 episodios convulsivos. Los autores encontraron una bradicardia lo suficientemente severa como para requerir implantación de un marcapaso en el 21% de los pacientes.

Los autores concluyen que la bradicardia severa y la asistolia son mas frecuentes de lo que se pensaba en estos enfermos y que probablemente la asistolia es la causante de la mayoría de los casos de muerte súbita descritos en estos enfermos.

La primera tarea por delante consiste en investigar en que enfermos epilépticos se debe implantar subcutáneamente un registrador de eventos. Para ello debemos conocer que enfermos epilépticos tienen un perfil de riesgo de muerte súbita aumentado.

Rugg-Gunn FJ et al. Cardiac arrhytmias in focal epilepsy: a prospective long-term study. Lancet 2004;346:2212-19.