Con la introducción del sildenafilo se popularizó el tema de la disfunción eréctil, que afecta al 52% de los varones de edad comprendida entre los 40 y los 70 años. El 80% de los casos de disfunción eréctil se deben a enfermedad vascular de las arterias del pene.

Kaiser y cols pensaron que, aunque muchos pacientes jóvenes con disfunción eréctil no tienen enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo mayores de aterosclerosis, la disfunción eréctil podría ser la primera manifestación de una enfermedad vascular. Para probar su hipótesis, valoraron la estructura y función vascular sistémica (incluyendo la vasodilatación endotelio-dependiente y la mediada por el flujo )endotelio-independiente) en 30 pacientes con disfunción eréctil pero sin enfermedad cardiovascular y sin factores de riesgo cardiovascular conocidos y en 27 pacientes sanos control.

Ambos grupos tenían niveles lipídicos, score de calcio coronario, diámetros de las arterias carótidas y braquiales, compliance y distensibilidad arterial carotídea y braquial y velocidad de la onda pulsátil aórtica similares. Sin embargo, en los pacientes con disfunción eréctil la vasodilatación mediada por el flujo (independiente del endotelio) estaba significativamente reducida y la respuesta a 0.4 mg de nitroglicerina sublingual estaba deteriorada con respecto a los pacientes control.

Hay que señalar que estas anomalías podrían deberse a factores de riesgo cardiovascular no evaluados en el estudio como son el tamaño de las partículas LDL, PCR, tolerancia a la glucosa o sensibilidad a la insulina, aunque esta posibilidad parece improbable.

El hecho de que en los pacientes con disfunción eréctil esté deteriorada tanto la vasodilatación dependiente del endotelio como la independiente del endotelio indica que existe también un defecto en el músculo liso vascular, que no es capaz de relajarse en respuesta a los nitratos.

Los clínicos deben considerar la posibilidad de que exista una enfermedad vascular en los pacientes con disfunción eréctil y deben buscarla. De hecho, los autores proponen que se trate a los pacientes con disfunción eréctil como si tuvieran una enfermedad vascular significativa, aplicándoles normas de prevención secundaria.

Kaiser DR, Billups K, Mason C, et al. Impaired brachial artery endothelium-dependent and -independent vasodilation in men with erectile dysfunction and no other clinical cardiovascular disease. J Am Coll Cardiol 2004; 43:179-184.
[ PubMed ]