Hace unos días comentábamos en esta sección los resultados de un trabajo en el que, en una cohorte de pacientes antiagregados, se sugería un mayor riesgo de ictus y embolismo sistémico en los pacientes con fibrilación auricular (FA) no paroxística en comparación con aquellos que presentaban formas paroxísticas. En ese mismo número del European Heart Journal se publican también los resultados de un análisis post hoc del ensayo ROCKET-AF en el que se analiza igualmente la relación entre el tipo de FA y el riesgo de ictus y la mortalidad.
En este trabajo recientemente publicado en Circulation, el uso de dabigatran en una población de pacientes mayores de 65 años con fibrilación auricular no valvular (FANV) incluidos en Medicare, se asoció a una reducción del riesgo de ictus isquémico, hemorragia intracraneal y muerte, e incrementó el riesgo de sangrado gastrointestinal en comparación con warfarina.
La controvertida definición de la “FA no valvular” ha llenado ríos de tinta a raíz de la publicación de los ensayos clínicos con los nuevos anticoagulantes orales (NACOs). En general y aunque con sensibles diferencias, en estos trabajos se excluyeron pacientes con estenosis mitral y válvulas protésicas por su elevado riesgo embólico. Se deduce por tanto que como “FA no valvular” se incluyeron paciente con otras valvulopatías significativas. De analizar este grupo particular de pacientes surge en propósito de este trabajo.
La detección de extrasistolia supraventricular (ESV) aislada en un ECG de 12 derivaciones predice la aparición de fibrilación auricular (FA) y se asocia a una mayor mortalidad por causas cardiovasculares en población general. O al menos, eso es lo que se extrae de un estudio recientemente publicado en European Heart Journal.
En el último número del European Heart Journal se publica un documento de consenso donde se aborda nuevamente un aspecto siempre complejo, como es el manejo antitrombótico de los pacientes con fibrilación auricular (FA) con indicación de anticoagulación indefinida y que sufren un síndrome coronario agudo (SCA) o son sometidos a una intervención coronaria percutánea (ICP).
Los resultados del estudio CALIFA fueron comunicados en el Congreso de la Sociedad Española de Cardiología, celebrado recientemente en Santiago de Compostela. Este trabajo tuvo por objetivo analizar la prevalencia de un mal control de la anticoagulación con antagonistas de la vitamina K (AVK) en pacientes con fibrilación auricular no valvular (FANV) en España, así como los factores asociados a dicho mal control.
La presencia de fibrilación auricular (FA) alcanza una prevalencia del 50% en pacientes con insuficiencia cardíaca (IC) avanzada, asociándose a un aumento de la morbimortalidad fundamentalmente por dos mecanismos: provocar una reducción del llenado ventricular y un aumento del riesgo de eventos tromboembólicos.
La insuficiencia cardiaca (IC) y la fibrilación auricular (FA) son dos patologías muy prevalentes, que conllevan una elevada morbimortalidad y que con frecuencia coexisten. De hecho, los pacientes con IC que presentan FA tienen una mayor mortalidad y más hospitalizaciones en comparación con aquellos en ritmo sinusal.
Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga tipo omega-3 han demostrado poseer efectos antiinflamatorios, antioxidantes y antifribróticos, por lo que potencialmente podrían alterar las propiedades estructurales y eléctricas de las aurículas, involucradas en el inicio y mantenimiento de la fibrilación auricular (FA).
El tratamiento con dosis altas de estatinas durante el periodo perioperatorio de la cirugía cardíaca no reduce la incidencia de fibrilación auricular (FA) ni otras complicaciones postoperatorias, tal y como se deduce de los resultados del estudio STICS (Statin Therapy In Cardiac Surgery) presentados en el pasado Congreso Europeo de Cardiología.
En el pasado Congreso Europeo de Cardiología celebrado en Barcelona, se presentaron los resultados del estudio X-VeRT, publicado simultáneamente en el European Heart Journal. Se trata del primer ensayo clínico de un nuevo anticoagulante oral, rivaroxaban, en pacientes con fibrilación auricular (FA) sometidos a cardioversión programada. Los resultados muestran que rivaroxaban es al menos tan eficaz y seguro como los antagonistas de la vitamina K (AVK) y podría además permitir un menor tiempo de espera hasta la cardioversión.
Estudios observacionales previos han relacionado el consumo excesivo de alcohol con un mayor riesgo de fibrilación auricular (FA). En los últimos años se han publicado además 2 metaanálisis, incluyendo tanto estudios prospectivos como de casos y controles, que han sugerido la existencia de una relación lineal, con un incremento del riesgo de FA del 8% por cada 10 gr de alcohol ingeridos.
En el estudio TREAT-AF (The Retrospective Evaluation and Assessment of Therapies in Atrial Fibrillation) recientemente publicado, el tratamiento con digoxina en pacientes con fibrilación auricular (FA) diagnosticada por primera vez se asoció de forma independiente con un incremento de la mortalidad.
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