Sustituir la válvula aórtica con catéter en lugar de con cirugía convencional, evitaría la muerte a un 26% más de intervenidos y permite intervenir a un 30% más de pacientes.
El estudio PIVOTAL realizado en 800 personas de 45 hospitales, publicado en New England Journal of Medicine y presentado del Congreso Anual del Colegio Americano de Cardiología 2014, demuestra una reducción del 26% en la mortalidad al sustituir una válvula aórtica por TAVI frente a la cirugía convencional, resultados que para el Prof. Francisco Fernández-Avilés “consolidan esta técnica como claramente preferible a la cirugía convencional en pacientes de alto riesgo”.