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Ácidos grasos poliinsaturados omega – 3: Efecto sobre la FEVI y la capacidad funcional en pacientes con miocardiopatía dilatada no isquémica
Recientemente se ha intentado testar los efectos de los PUFAs n-3 en la capacidad funcional y función ventricular de pacientes con IC estable de etiología no isquémica. Para ello se diseñó un estudio doble ciego en el que se compararon los efectos de los PUFAs n – 3 (cápsulas de gelatina de 1 g. que contenían de 850 a 882 mg. de ácido eicosapentaenoico y ácido docosahexanoico) vs placebo. El objetivo primario fue evaluar cambios en la FEVI a los 12 meses del tratamiento respecto al basal. Los objetivos secundarios fueron evaluar los cambios en el diámetro diastólico de VI (DDVI), VO2 pico y clase funcional NYHA.
Se randomizaron 133 pacientes (edad media 63 ±10 años y 9,8% mujeres) con miocardiopatía dilatada no isquémica (MCDNI) e IC estable (NYHA I – II en los 3 meses previos a su inclusión y con tratamiento neurohormonal máximo tolerado en los 6 meses previos) a recibir placebo (n = 66) o tratamiento con PUFAs n-3 (n =67). Todos recibían IECAs o ARA II y betabloqueantes en el momento de inclusión y 80 (60,2%) recibían antialdosterónicos. La FEVI basal media era de 37 ± 6%, el DDVI medio 68 ± 6 mm y el VO2 pico medio basal 19 ± 4 ml/Kg/min. El 85,7% de los pacientes estaba en NYHA II al inicio del estudio y el tiempo medio desde el diagnóstico de MCDNI hasta la inclusión en el estudio de 4 años en ambos grupos. Durante el primer mes del estudio los pacientes recibieron 5 cápsulas diarias y posteriormente 2 cápsulas diarias hasta la finalización del estudio.
A los 12 meses de seguimiento se observó que el grupo tratado con PUFA n-3 había presentado un incremento significativo de la FEVI respecto al basal (FEVI media basal 36 ± 7% vs 39 ± 6% a los 12 meses; p < 0,0001), una reducción significativa de los diámetros y volúmenes de VI (DDVI basal 67,4 ± 6,9 mm vs 66,1 ± 6,7 mm a los 12 meses; p < 0,001), una mejoría significativa en la capacidad funcional (VO2 pico basal 19.5 ± 3.8 vs 20.7 ± 4.3 ml/Kg/min a los 12 meses) y clase funcional NYHA (1,88 ± 0,33 vs 1,61 ± 0,49). En los pacientes tratados con placebo se observó, sin embargo, una reducción significativa de la FEVI y un incremento de los diámetros ventriculares, un deterioro de VO2 pico y un empeoramiento significativo de la clase funcional NYHA a los 12 meses de tratamiento.
Otros hallazgos que se observaron en el estudio fueron: 1) Una reducción significativa en los niveles plasmáticos de citoquinas inflamatorias (TNF-alfa, IL-6 e IL-1) en el grupo tratado con PUFAs n-3 y un incremento en el grupo placebo. 2) Un mayor número de hospitalizaciones por causa cardiovascular en el grupo tratado con placebo respecto al tratamiento activo (30% vs 6%; p = 0,002). 3) Durante el seguimiento, ningún paciente tratado con PUFAs requirió un aumento en las dosis de furosemida y en 26 pacientes (39%) fue posible la reducción de dosis por mejoría clínica. 16 pacientes (26%) del grupo placebo requirieron un incremento de dosis de furosemida por empeoramiento clínico. 4) Entre los pacientes portadores de DAI (39%) se registró un mayor número de terapias apropiadas en el grupo tratado con placebo respecto al que recibía PUFAs n-3 (9 terapias en 26 portadores de DAI vs 2 terapias en 27 portadores de DAI; p = 0,026). 5) Ningún paciente abandonó el tratamiento por intolerancia o efectos adversos. 6) Se observó una correlación inversa entre la mejoría de la FEVI en el grupo tratado con PUFAs n-3 y el tiempo de diagnóstico de la MCDNI.
Los autores concluyen que la adición de PUFAs n-3 al tratamiento neurohormonal en pacientes con MCDNI, disfunción de VI moderada y síntomas leves favorece el remodelado inverso y mejora la capacidad funcional. Los mecanismos propuestos para explicar el efecto cardioprotector de los PUFAs n-3 en este contexto son múltiples: mejoría de función endotelial, efecto sobre cifras tensionales y frecuencia cardiaca, acción sobre la distensibilidad arterial, efectos antiarrítmicos y antiinflamatorios. Los datos del estudio sugieren que posiblemente el efecto beneficioso del tratamiento con PUFA-s n-3 puede ser más evidente si su administración es precoz tras el diagnóstico de la MCDNI.
Sin embargo, el estudio tiene algunas limitaciones (unicéntrico, tamaño muestral pequeño, conclusiones no generalizables a toda la población con IC), por lo que son necesarios nuevos estudios que evalúen si este efecto sobre la FEVI y capacidad funcional existe en pacientes con disfunción de VI severa, MCD de otras etiologías y en pacientes con IC avanzada NYHA III – IV.
Nodari S, Triggiani M, Campia U, Manerba A, Milesi G, Cesana BM, Gheorghiade M, Dei Cas L. Effects of n-3 Polyunsaturated Fatty Acids on Left Ventricular Function and Functional Capacity in Patients With Dilated Cardiomyopathy. J Am Coll Cardiol 2011;57:870-9. [Pub Med][Texto completo]
Tavazzi L, Maggioni AP, Marchioli R, Barlera S, Franzosi MG, Latini R et al. Effect of n-3 polyunsaturated fatty acids in patients with chronic heart failure (the GISSI-HF trial): a randomised, double-blind, placebo-controlled trial. Lancet 2008;372:1223–30. [Pub Med][Texto completo]
Autoras: Raquel Marzoa, Marisa Crespo
Raquel Marzoa, Marisa Crespo. Ácidos grasos poliinsaturados omega – 3: Efecto sobre la FEVI y la capacidad funcional en pacientes con miocardiopatía dilatada no isquémica