Tendencia de los niveles de BNP tras el trasplante cardiaco pediátrico
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Introducción: En la última década el uso del péptido natriurético atrial en el trasplante cardiaco (TC) como marcador de rechazo, de riesgo de disfunción precoz del injerto, muerte o retrasplante está aumentando. Recientemente, un grupo de investigadores (cardiólogo pediátrico, cirujano cardiaco y pediatra) de la universidad de Washington llevó a cabo un estudio con el fin de valorar cambios en el BNP con respecto a la función del injerto y según las características del receptor, del donante y de la cirugía.
Material/métodos: El estudio duró 2 años, se llevó a cabo en niños y se recogieron variables dependientes del donante, de la cirugía del trasplante (incluyendo dosis de inotrópico recibida y tiempo de isquemia) y del receptor (edad, diagnóstico, rechazos, muerte, retrasplante). También se incluyeron variables ecocardiográficas y los valores del BNP realizados semanalmente en el primer mes del trasplante, cada dos semanas los primeros 3 meses, mensualmente cada mes los primeros 6 meses, a los 7.5 meses, a los 9 meses y al año del TC.
Resultados: Se incluyeron 50 pacientes con una edad media de 9.5 años. Aproximadamente la mitad tenían diagnóstico de miocardiopatía y la otra mitad de cardiopatía congénita (CC). 13 (26%) niños precisaron asistencia ventricular previa al TC. Se observó que tras el TC se produce un descenso exponencial de las cifras de BNP hasta alcanzar un nivel plateau que ocurre a los 120 días. Los niveles de BNP fueron más bajos en los pacientes que habían recibido asistencia ventricular y más altos en los que el score de inotrópico postoperatorio fue mayor. En los niños con CC el descenso de BNP se produjo de forma más lenta lo cual podría ser reflejo de un mayor tiempo de isquemia en estos pacientes como mostró el análisis multivariable. Sin embargo, el estudio no fue concluyente para demostrar correlación entre el rechazo, el grado de disfunción ventricular y los niveles de BNP y, por otro lado, los pacientes con cifras de creatinina más altas tuvieron niveles de BNP más altos a pesar de no presentar insuficiencia cardiaca.
Conclusiones/reflexiones: El presente estudio posee grandes limitaciones como son: retrospectivo, importante heterogeneidad y número escaso de pacientes (por ello no concluyente para valorar rechazos), empleo de la cifra de creatinina como marcador de disfunción renal sin tener en cuenta otros factores que pueden artefactar su interpretación (masa muscular, edad, sexo,…). Pero, a pesar de estas limitaciones, se confirma la tendencia descendente de las cifras de BNP tras el TC pediátrico en relación con la recuperación de la función del injerto durante los primeros 3 meses del TC. Para valorar el BNP como marcador de rechazo, muerte o disfunción del injerto sería necesario en futuros trabajos incluir una muestra mayor de pacientes, con características clínicas similares, un protocolo homogéneo de medición de BNP y un mayor tiempo de seguimiento.
Referencia: Sparks JD, Boston U, Eghtesady P, Canter C. B-Type natriuretic peptide trends after pediatric heart transplantation. Pediatr Transplantation 2014:18; 477-484. [Pub Med] [Texto completo]
Autor:
Sonia Marcos Alonso
cardioprimaria.com. [ > ]; 22-11-2024
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el 22 Noviembre 2024