El papel fundamental de la ecocardiografía de estrés (EE) en el adulto es detectar enfermedad coronaria adquirida mediante la presencia de alteraciones de la contractilidad segmentaria.

La característica principal de esta prueba es que se realiza en condiciones de “estrés cardiaco” que se consigue mediante el ejercicio, preferiblemente mediante cinta rodante, o bien, mediante fármacos como la dobutamina o, menos frecuentemente, la atropina. Actualmente en pediatría, la EE se utiliza en algunos centros para el estudio de pacientes con “riesgo” coronario que entre los que se incluyen las cardiopatías congénitas que conllevaron cirugías correctoras con manipulación de las arterias coronarias, el origen anómalo congénito de las coronarias, la coronariopatía secundaria a la enfermedad de Kawasaki o la vasculopatía coronaria tras el trasplante cardiaco. Otro área de reciente desarrollo en el uso de la EE es la evaluación de la reserva contráctil en el paciente con miocardiopatía o con cardiopatía congénita. A pesar de su posible utilidad en niños, existen escasas referencias en la literatura y se precisa de un adecuado entrenamiento para la adecuada interpretación de la imagen obtenida en estrés así como una buena ventana de ultrasonidos que podría ser mejorada utilizando el contraste de ultrasonidos.
Conclusión: La EE es una prueba ampliamente utilizada en adultos con una buena  sensibilidad y especificidad para detectar enfermedad coronaria la cual podría tener
un papel importante en las cardiopatías congénitas y en las cardiopatías adquiridas en la infancia. No obstante, en el futuro sería necesario estandarizar la EE en niños y desarrollar protocolos de valoración y de actuación.

Ermis P, Stress echocardiography: an overview for use in pediatric and congenital cardiology. Congenital Heart Disease. 2017; 1-3. [Pub Med] [Texto completo]

Autora: Sonia Marcos Alonso