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ESTUDIO PRAGUE-19: EL STENT BIOABSORBIBLE PARECE SEGURO EN EL SCACEST TRATADO
En la revista European Heart Journal se publican los resultados del estudio PRAGUE-19, que resulta la primera experiencia con estos dispositivos en el SCACEST reperfundido mediante intervencionismo coronario percutáneo (ICP). En este estudio se incluyeron pacientes con SCACEST tratados mediante ICP primario, de menos de 24 horas de evolución, que no cumpliesen ninguno de los siguientes criterios de exclusión: 1) Clínicos: Clase Killip III o IV, enfermedad grave con esperanza de vida menor a 3 años, indicación de anticoagulación oral, contraindicación para doble antiagregación o alta probabilidad de incumplimiento terapéutico; 2) angiográficos: diámetro de referencia de la arteria tratada < 2.3 mm o > 3.7 mm, longitud de lesión tratada > 24 mm, severa calcificación o tortuosidad coronaria, reestenosis o trombosis de stent.
Del total de 142 pacientes considerados para este estudio, finalmente se incluyeron 41 (29%). El éxito del dispositivo, definido como implantación del stent con una estenosis residual final estimada visualmente inferior al 20% ,se consiguió en 40 de estos 41 pacientes (98%).
Se compararon sus resultados clínicos a 9 meses (muerte, infarto y nueva revascularización) con un grupo control de 57 pacientes, con SCACEST en clase Killip I o II, tratados mediante ICP primario con stents convencionales o farmacoactivos, sin que se objetivasen diferencias significativas entre ambos grupos de tratamiento, lo cual ratifica la seguridad del stent bioabsorbible. Cabe destacar que, en el grupo tratado con stents bioabsorbibles, hubo 2 eventos en el seguimiento: un paciente experimentó una trombosis del stent en clara relación con la suspensión del tratamiento antiagregante y otro fue sometido a revascularización electiva de otra estenosis coronaria en un procedimiento diferido. Asimismo, se realizó un subestudio con OCT en 21 pacientes tratados con stents bioabsorbibles, con resultados favorables. Si bien en un 38% de los pacientes se encontraron disecciones en el/los borde/s del stent, en ningún caso dicha disección afectó a más de 30% de la circunferencia de la luz del vaso ni, por tanto, requirió tratamiento. Se detectó malaposición el 1% de los struts de los stents, pero en ninguno de los pacientes ésta fue significativa (superior al 5% de los struts por paciente).
Los resultados a corto plazo del estudio PRAGUE-19 son, desde mi punto de vista, prometedores. Un porcentaje importante de los pacientes con un SCACEST (p.ej. un 30% como en este estudio) podrían beneficiarse de esta tecnología. El dispositivo consigue avanzarse hasta la lesión en la inmensa mayoría de los casos considerados adecuados (básicamente con la precaución de evitar arterias severamente calcificadas, tortuosas o anguladas) y desplegarse de forma exitosa, sin que se produzca recoil o retrocesode forma significativa (retroceso 0.30 mm, 9.7%). Esto, en cierto modo, contrarresta las dudas acerca de las propiedades estructurales o de armazón de este dispositivo. Sin duda, el seguimiento a largo plazo de este estudio (que incluirá seguimiento clínico a 1 y 3 años, angiografía coronaria no invasiva por TC al año y coronariografía con OCT a los 3 años) nos aportarán interesante información sobre la utilidad de los stents bioabsorbibles en el ICP primario.
Referencía:
Kocka V, Maly M, Tousek P, Budesínsky T, Lisa L, Prodanov P, Jarkovsky J, Widimsky P. Bioresorbable vascular scaffolds in acute ST-segment elevation myocardial infarction: a prospective multicentre study ‘Prague 19’. Eur Heart J. 2014 Jan 12. [Epub ahead of print] PubMed PMID: 24419808. [Pub Med] [Texto completo]
Autor
Dr. Xacobe Flores Ríos.